Si eres amante del vino tinto y el chocolate, entonces estas de suerte. La unión de estas dos exquisiteces puede ahorrarte unas cuantas arrugas.
La mezcla de vino y chocolate son fundamentales para luchar contra el envejecimiento de la piel. En ambos productos podemos encontrar unos compuestos llamados flavonoides, que se caracterizan por sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes.
El resultado que todos hemos estado buscando: Comer chocolate y beber vino para mantenernos jóvenes. No hay mejor remedio sobre la tierra.
Según un estudio entre las universidades Exeter y Brighton, pudieron lograr que células envejecidas lucieran y se comportaran como jóvenes al exponerlas a químicos que están naturalmente en el chocolate y el vino tinto. Durante el experimento, aplicaron sustancias llamadas análogas de reversión, un químico naturalmente hallado en el chocolate oscuro, las uvas rojas y arándanos.
La combinación perfecta
Consumir vino y chocolate (siempre en cantidades justas) nos puede reportar muchos beneficios positivos en nuestra salud, como:
- Tomar chocolate
– Hace que nuestra sangre fluya mejor gracias a sus antioxidantes naturales.
– Puede servir como estimulante natural; ya que contiene una sustancia similar a la cafeína que se llama teobromina.
– Nos ayuda a estar ‘felices’ porque estimula la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad.
– Disminuye la presión arterial gracias a ciertas sustancias que relajan las arterias. - Beber vino
-Si lo consumimos de forma responsable mejora la función cognitiva.
– Es una gran defensa contra las bacterias bucales.
– Una copa al día nos ayuda a generar ‘colesterol bueno’ y previene afecciones cardiovasculares.
– Más sano que la cerveza, ya que los aficionados al vino suelen comprar comidas más sanas para acompañar al jugo de uva; o al menos eso dicen desde el British Medical Journal.
Esto es casi mágico actúa en nuestros genes, específicamente unos conocidos como factores de empalme, que se desactivan progresivamente a medida que envejecemos. Con el chocolate negro y el vino tinto, el proceso se reversa y vuelven a activarse. Y lo mejor de todo es que los efectos no son visibles en meses ni en años; ¡sino en horas!
Pero no solo nos centremos en los beneficios a la vanidad que nos trae este descubrimiento. Los científicos esperan que este avance ayude a las personas a envejecer sin tantos problemas degenerativos asociados a la edad. Las personas mayores son más susceptibles a enfermarse porque sus tejidos acumulan unas células llamadas senescentes; pero que la edad las han vuelto defectuosas, por lo cual se mantienen vivas pero no funcionan como deberían.
A la hora de unir estas dos delicias, debemos pensar en qué tipo de chocolate puede ofrecernos más ventajas a la hora de consumir estos dos productos juntos.
Si optamos por bombonería o chocolates con gran contenido en grasa, debemos maridarlo con un vino seco; que nos proporcionará una sensación totalmente placentera en nuestra boca. Pero si queremos comer chocolate negro (habitualmente con gran porcentaje de cacao) podríamos acompañarlo de cava o Champagne; el contraste de sabores se fundirá en nuestro paladar muy lentamente.
Sabiendo todo esto ya podemos preparar un buen aperitivo donde no falte, ni el dulce chocolate, ni el sabroso vino.