Contaré la historia de un paciente al que llamaremos “Juanita”.
Desafortunadamente, este no es un caso hipotético, pero es muy común en oficinas como la mía.
Es una mujer de 46 años con buena salud que tuvo seis hijos al nacer y fue a la clínica porque había estado sangrando durante aproximadamente un mes.
Mientras revisaba y encontraba un tumor cervical de 6 cm, la biopsia posterior reportó un tipo agresivo de cáncer que invadió el cuello uterino.
Era su primera pregunta, si alguna vez se sentía mal, si nada dolía.
Como ella, cada año miles de mujeres que “no se sienten mal” descubren condiciones tan graves como el cáncer cuando hay poco o nada que hacer para curarlas.
Es por eso que hoy quiero compartir algunos consejos para evitar que esto te suceda a ti o a cualquier mujer.

En nuestro país (México) y en la mayoría de los países latinoamericanos, la principal causa de muerte en mujeres de 15 a 55 años corresponde a tumores malignos, es decir, cáncer.
Recientemente, la OMS informó que el cáncer era una de las causas de mortalidad más frecuentes en todo el mundo, contribuyendo con 4 millones de casos nuevos por año (además de años anteriores) y 8,2 millones de muertes relacionadas con el cáncer por año. .
Como si eso fuera poco, se espera que el número de casos nuevos aumente a 22 millones en las próximas dos décadas y, desafortunadamente, el 60% de estos casos ocurren en África, Asia y América (desde México hasta el sur).
Para las mujeres, los cánceres más comunes son glándula mamaria, colon y recto, pulmón, cuello uterino y estómago.
Afortunadamente, no todo son malas noticias. Hay tres acciones que podemos hacer para protegernos de esta tendencia.
Prevención

Esta no es la excepción. Las acciones que podemos llevar a cabo para prevenir son pequeñas modificaciones al estilo de vida que pueden resumirse en estos puntos:
1. Evita exponerte al humo de tabaco u otros contaminantes del aire
Por ejemplo, humo de madera (en interiores) y contaminación. El consumo de tabaco se asocia con el 20% de las muertes por cáncer y el 70% de los cánceres de pulmón, lo que lo convierte en el factor de riesgo modificable más importante.
2. Mantén un estilo de vida saludable
Como parte de esto, incluye una dieta adecuada (rica en frutas y verduras), sin sobrepeso, haciendo ejercicio regularmente y limitando el consumo de alcohol.
Hasta el 27% de los cánceres de seno (que son la causa principal de muerte por cáncer ginecológico en nuestra región) están asociados con una dieta deficiente y con sobrepeso.
3. Lleva una vida sexualidad responsable
La vía de contagio principal de esta infección es la vía sexual y, a pesar de que existe una vacuna que previene la infección contra los tipos más frecuentes de cáncer, esta solo protege contra 4 de los 40 tipos que podrían infectar la región genital.
4. Detección Temprana
Todos sabemos que debe ir al médico una vez al año, las mujeres deben realizarse a partir de los 21 años, un examen ginecológico realizado por un especialista.
Al igual que con una prueba de Papanicolaou a partir de los 30 años (y no antes), se recomiendan técnicas de detección de VPH y una revisión por parte de un ginecólogo, una revisión semestral de la glándula mamaria por un especialista, y después de 40 años Mastografía anual y más.
Sin embargo, ir al dentista una vez al año no nos exime de la necesidad de lavarnos los dientes todos los días; El trabajo de prevención más importante debe realizarse de forma rutinaria y, si es posible, diariamente
5. Tratamiento oportuno y adecuado
Tú, y nadie más que tú, eres responsable de tu salud. Vives en tu cuerpo, que te permite realizar todas tus actividades.
Por ello ¡recuerda! Visita al doctor al menos una vez por año para realizar una revisión general y mantener ese seguimiento.
Lleva a tu mamá, hermanas, amigas, hijas. El doctor puede ayudarte a desarrollar una adecuada rutina para revisarte, pues recuerda que no basta con ir al doctor, debemos hacernos responsables de nuestra salud, para no ser otra «Juanita», para ser sanos y plenos. Conócete, quiérete, cuídate.