Megan Pryde es una joven que, como muchas otras personas, perdió la vida por negligencia médica.
Tenía solo 19 años cuando fallecio de cáncer de colon, que nunca fue diagnosticado
. En cambio, el médico dijo que su dolor constante se debía al estreñimiento.
Después de ser diagnosticado, el médico le recetó laxantes y fue dado de alta, solo pidiéndole que descansara en su casa.
Nadie imaginaría que, en realidad, el problema de Megan iría mucho más allá de un simple resfriado.
A pesar de seguir las instrucciones del médico, Megan volvió a sufrir un dolor intenso que incluso la hizo llorar, por lo que sus padres decidieron buscar otro médico, que después de cinco días de diferentes pruebas, diagnosticó cáncer de colon y estaba bajo tratamiento.
Su familia se mantuvo unida, apoyándola todo el tiempo, mientras ella trataba de vivir una vida lo más normal posible, incluso tomando un curso de manejo como cualquier otro niño.
Megan se convirtió en el ejemplo de muchos porque, a pesar de ser condenada, pasó los últimos meses de su vida organizando información y educación, su objetivo era recaudar fondos y crear conciencia sobre el cáncer de colon.
Amigos y familiares continúan admirando la forma en que esta niña ha enfrentado su enfermedad y su vida en los últimos meses.
Luchó hasta el último aliento y, a pesar de pasarlo muy mal, nunca dejó de pensar en cómo ayudar a los demás, mostrando solidaridad, altruismo y madurez, sin mencionar que tenía un corazón grande y noble.
Desafortunadamente, Megan no pudo salir victoriosa de la dura batalla que enfrentó, dejando a toda su familia, amigos y compañeros de escuela devastados.