Aparentemente, hay más mujeres inmaduras en el “mercado” que aquellas que, independientemente de su edad, han dejado de pensar como niñas en lo que respecta con una relación.
Las mujeres mayores y las “niñas” piensan y viven de manera diferente, ya que interactúan con el mundo desde una perspectiva diferente.
Las primeras se enfocan en los objetivos y logros y ser independiente, mientras que las segundas espera que otras personas resuelvan todo tipo de problemas. Se sienten más vulnerables la mayor parte del tiempo buscan constantemente la atención que uno puede darles.
No sé si tenga que ver directamente con madurez, pero sí con una mujer segura de sí misma y una que efectivamente depende de su pareja para conformar su identidad personal.
Diferencia entre mujeres maduras e inmaduras.
Las mujeres inmaduras quieren controlar al hombre en sus vidas.
Las mujeres mayores saben que si el hombre es realmente suyo, no hay necesidad de control.
Las mujeres inmaduras te gritan porque no las llamas.
Las mujeres mayores están demasiado ocupadas y solo se limitan a decir cosas bellas con poemas y dulces mensajes para recordarlo.
Las mujeres inmaduras monopolizan el tiempo de su marido.
Las mujeres mayores se dan cuenta de que un poco de espacio hace que el tiempo sea más especial.
Las mujeres inmaduras no perdonan, son castigadas y castigan por rencor.
Las mujeres mayores perdonan, ofrecen el hombro y un pañuelo.
Las mujeres inmaduras tienen miedo de estar solas.
Las mujeres mayores lo usan como un tiempo para el crecimiento personal.
Las mujeres inmaduras ignoran a los hombres buenos.
Las mujeres mayores ignoran a los malos.
Las mujeres inmaduras están heridas por un hombre, hacen que todos los hombres paguen por ello.
Las mujeres mayores saben que fue solo un hombre y nada más.
Las mujeres inmaduras se enamoran y persiguen sin descanso.
Las mujeres mayores saben que a veces la persona que amas te amará y, si no, seguirán su camino sin rencor.
Las mujeres inmaduras te hacen volver a casa.
Las mujeres mayores siempre quieren ir a casa.
Las mujeres inmaduras dejan su agenda abierta y esperan que su esposo hable para hacer planes.
Las mujeres maduras hacen sus planes e informan con amor a los hombres para que puedan integrarse como mejor les convenga.