Como padres, nunca nos hemos imaginado que acciones tan “simples” como colocar a nuestro hijo en el canguro pueden lastimar su cadera o articulaciones, ¡pero es muy posible! La razón es que durante los primeros meses de vida, el recién nacido debe mantener posiciones específicas, incluida la de la rana.
¿Por qué es importante?
«Dentro del útero, un bebé pasa mucho tiempo en posición fetal, lo que ocasiona que rodillas y cadera permanezcan dobladas o flexionadas.
Esta situación ocasiona que, después del nacimiento, las articulaciones tarden varios meses en estirarse de forma natural, proceso que puede demorar más si el pequeño, en el vientre de la madre, estuvo sentado»
Si estira las piernas demasiado rápido o si coloca a su bebé en una posición para forzar la cadera, puede haber riesgo de que la cavidad entre la cabeza del fémur y el acetábulo o un deslizamiento gradual provoque un desplazamiento permanente de la deformación.
Según el Instituto Internacional de Displasia de Cadera, la peor posición para su hijo es aquel en el que toda la zona está tensa: las piernas juntas y las rodillas estiradas, lo opuesto a la postura del feto.
La forma correcta de cargar al recién nacido es con las piernas separadas, el soporte de la cadera sobre un soporte estable y con las rodillas dobladas, es básicamente lo que llamamos una rana.
Síntomas:
- Una pierna más larga que la otra
- Al cambiar el pañal un lado de la cadera luce más inclinado que el otro
- Es muy importante que, además de vigilar a su bebé, evite los movimientos bruscos porque su cuerpo todavía es muy flexible y es posible que no sienta dolor en una separación o dislocación.