Cuando un niño es muy pequeño, los padres tienen muchos temores sobre su estado de salud y preguntas sobre lo que quieren exactamente y lo que les molesta.
¿Cómo entender a un niño sin palabras? Los expertos identifican tres formas principales en que el niño “habla” con los adultos.
Reglas generales para entender las necesidades de un pequeño
En los primeros 4 meses después del nacimiento del bebé, el llanto es su forma principal de expresar sus necesidades.
Pero ¿Cómo distinguir, digamos, un llanto hambriento de uno de dolor u otros?
- Llanto invocador:
- El niño estuvo solo por mucho tiempo, quiere que lo alcen en brazos. Grita por 5 a 6 segundos, luego se detiene por unos 20 segundos, como si esperara un resultado. Si el padre no responde, entonces esta naturaleza cíclica se repite varias veces, hasta que el llanto se vuelve continuo.
- Llanto hambriento: Puede comenzar con un llanto invocador, pero si el bebé fue alzado pero no alimentado el llanto continuará, se volverá histérico, el niño girará la cabeza y pueda que haga sonidos de succión.
lanto de dolor: este tipo de llanto será monótono, fuerte e incesante, periódicamente habrá ondas histéricas que indicarán que las sensaciones dolorosas han aumentado.
Pero si el niño se enferma, el llanto puede ser monótono pero silencioso, ya que no tendrá la fuerza para hacer sonidos fuertes.
Llanto por procesos fisiológicos:
incluso una simple salida del exceso de gal del cuerpo, orinar o defecar puede causar sensaciones irritantes al niño al principio. Este grito será más como un grito quejumbroso o un grito.
Llanto somnoliento: cuando el niño tiene sueño, pero por alguna razón no puede conciliar el sueño, el llanto será un gemido monótono y acompañado de bostezos, el niño puede frotarse los ojos y los oídos.
Llorar para sentirse incómodo: este llanto será bastante molesto e intermitente, a menudo acompañado de inquietud, el niño puede girar y doblarse.
Esto significa que tienes que controlar el pañal, puedes sentirte incómodo con la ropa, estar caliente o frío.
Además, incluso los niños muy pequeños pueden llorar cuando quieren cambiar su entorno o cuando están frustrados o aburridos.
Por los sonidos
La pediatra australiana Priscilla Dunstan ha estado investigando los sonidos de la infancia (hasta 3 o 4 meses) durante más de 20 años. Miles de niños de diferentes nacionalidades participaron en sus experimentos.
Priscilla cree que los sonidos reflejos primarios son internacionales.
Pero después de 4 meses, el niño parece que quiere comunicarse y tiene menos que ver con las necesidades físicas.
Priscilla abrió una escuela donde primero les enseña a los padres cómo entender a sus hijos. Se cree que reconocer estos sonidos a tiempo
“Diccionario” principal:
“Ña” (“ñe”): “¡Tengo hambre!” Este sonido se obtiene cuando el niño presiona la lengua contra el paladar y se genera por reflejo de succión.
“Ee” (“ei”): “¡Estoy por eruptar!”
Este sonido se forma cuando el aire comienza a escapar del esófago y el niño trata de expulsarlo con reflejo.
Au” (“ou”): “¡Quiero dormir, estoy cansado!” Al poner los labios en “o”, es decir, a la primera señal de un bostezo, el niño hace este “sonido de fatiga”.
“Sí”: “¡Me siento incómodo!”
Los sentimientos táctiles incómodos hacen que el niño se mueva y agite con los brazos y las piernas. Y cuando la boca se abre al mismo tiempo, esto suena así.
“Ieo” (“siglo”): dolor de estómago, gases.
Al apretar el estómago e intentar deshacerse del dolor, el bebé exhala, los sonidos se distorsionan y se obtiene un gemido de este tipo.
Por los movimientos
Archaea: en niños menores de 2 meses, este movimiento generalmente aparece en respuesta al dolor y los calambres. Si el niño se arquea después de comer, está tratando de decir que ya está lleno.
Si a menudo observa este tipo de movimiento después de que el bebé ha comido, puede ser un signo de reflujo. En niños mayores de 2 meses, este movimiento denota fatiga y mal humor.
Gira la cabeza rítmicamente: Un movimiento de autotranquilización. El bebé puede hacer eso a la hora de acostarse o al estar en compañía de personas desconocidas.
Levante los brazos bruscamente: este movimiento significa que el niño tiene miedo. Un ruido fuerte, una luz fuerte, un despertar repentino pueden causar conmoción, en este caso hay que calmar al bebé.
Los pediatras aconsejan hablar con el bebé tan seguido como sea posible, explicándole y mostrándole todo a su alrededor, así el no entienda nada.
Extraído de Genial