La bacteria Helicobacter pylori, conocida popularmente como H. pylori, puede causar úlcera gástrica, gastritis o incluso cáncer de estómago, ya que aumenta la producción de ácidos en este órgano y reduce la protección natural de la mucosa, haciéndola más delicada y propensa a lesiones.

Los estudios indican que la mitad de la población mundial vive con H. pylori en el estómago.
En algunos países, como Brasil y Chile, esta cifra alcanza el 70%. Cabe señalar que solo una pequeña proporción de portadores desarrollan cáncer.
H. pylori se transmite por contacto directo con vómitos o heces infectadas y por el consumo de alimentos o agua contaminados.
La mayor parte de las infecciones ocurre en la infancia, especialmente en ambientes con condiciones precarias de higiene e insalubridad.

Es bastante raro, pero la bacteria también puede ser transmitida por un beso o por compartir objetos como cubiertos y vasos.
Bacteria H. pylori: síntomas y tratamiento
Hay varias formas de diagnosticar la presencia de la bacteria, como la endoscopia, análisis de sangre o una muestra de aliento después de la ingestión de una solución de urea marcada con isótopos de carbono. Además, por supuesto, de la observación de los siguientes síntomas:

Dolor o ardor en el abdomen.
Dolor de estómago agudo con el estómago vacío
enfermedad
Pérdida de apetito
vómitos
hinchazón
Pérdida de peso involuntaria
Durante el tratamiento con H. pylori, los pacientes pueden tomar antibióticos e inhibidores de la bomba de protones (IBP) para reducir la acidez gástrica.
La atención puede durar hasta 14 días y generalmente es 80% efectiva.

Cáncer de estómago
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional del Cáncer (INCA), el tumor gástrico es uno de los tipos de cáncer más frecuentes y también uno de los más letales, ya que es el segundo tipo de cáncer que causa más muertes en el mundo.
Como los síntomas del cáncer de estómago son discretos al principio, el diagnóstico suele ocurrir en su etapa avanzada, lo que disminuye las probabilidades de cura.