El mundo entero todavía está devastado por los incendios que han destruido la selva amazónica en Brasil durante varios días.
Miles de personas se han manifestado a través de las redes sociales pidiendo ayuda para salvar una pequeña parte del mundo que marca la diferencia en mantener el equilibrio en nuestro ecosistema.
Después de 18 días donde las llamas estaban corriendo a una velocidad abrumadora, ha llegado la ayuda.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, confirmó la contratación de Global Supertanker, el avión más grande del mundo que despegó después de las 3 p.m. desde su base en Sacramento, California (EE. UU.).
El Supertanker es un avión 747-400 que forma parte del grupo de aviones destinados a extinguir grandes incendios. Está diseñado con la mejor tecnología para combatir incendios como la selva amazónica.
La selva amazónica protagoniza la tasa más alta de incendio de alarmas mundiales.
El avión no solo puede descargar hasta 73,000 litros de agua, sino que también lanza gel y espuma de fuego, que se pueden lanzar por separado o combinados, si la situación lo amerita.
Con la llegada del avión, todo el mundo descargó sus esperanzas de propagar el fuego que dejaría heridas graves en nuestro planeta.
El supertanker cargado alcanza una velocidad de 966 kilómetros por hora.
El supertanker puede hacer lo que ningún otro avión en el mundo puede, volar cerca de las llamas a 150 metros del suelo.
El aeropuerto fue la mejor opción para realizar las recargas ya que tiene hidratantes internos y grandes pozos de agua que garantizaran el vital líquido y poder ganar esta batalla.
El Amazonas es conocido como el pulmón del planeta porque produce un 20% de oxígeno en la atmósfera de nuestro planeta, es el hogar de innumerables especies de flora y fauna, muchas de ellas afectadas por el trágico accidente.
La magnitud del incendio es tan grande que el humo se extiende por todo Brasil y a lo largo de la costa este del Atlántico.
Perú y Paraguay también se han visto afectados por el humo.
Los grupos ambientalistas siguen realizando campañas para concientizar a las personas y advertir que si el Amazonas llega a un punto sin retorno en lugar de ser una fuente de oxígeno, podría emitir carbono dejando huellas imborrables en el cambio climático.