La Amazonía brasileña, el pulmón vegetal del mundo, ha estado ardiendo durante más de 16 días.
La situación se ha vuelto viral en las redes sociales, después de que varias organizaciones ambientales y artistas como Ricky Martin y Leonardo Dicaprio alzaron sus voces para condenar el silencio que rodea esta tragedia del ecosistema.
Debido a esto, el mundo ha recurrido al país sudamericano y ha reconocido el terrible impacto que tendrá este desastre en la lucha contra el calentamiento global y el devastador futuro que se está planeando para nuestro planeta.
Sin embargo, toda la atención que han capturado los devastadores incendios en la Amazonia también ha despertado lo más bajo de una cultura en masas.
Una falsa noticia está circulando en las redes, acerca de una torrencial lluvia cayendo milagrosamente sobre la ya devastada selva.
Queremos advertir que se trata de una fake news. Aunque el mundo desea ansiosamente que el agua llene los cielos sobre la selva tropical, lamentamos informar que ese milagro aún no ha ocurrido.
Al contrario, algunos portales con información veraz sobre el clima, han informado que aún no se pronostica lluvias para Manaos, puerta de entrada al Amazonas brasileño.
Desde ayer, jueves 22 de agosto, las frases “lluvia en el Amazonas” o “lluvia en el Amazonas” se han convertido en la búsqueda de tendencias de Google, específicamente en países latinoamericanos como México y Chile.
Pero desafortunadamente, las imágenes que circulan en las redes sociales tienen datos bastante antiguos. Del mismo modo, un video que los usuarios han compartido, donde se ve lluvia cayendo sobre la jungla.
Lo cierto es que hoy, las llamas siguen cobrando la flora y fauna de nuestro pulmón vegetal que grita entre llanto acciones más contundentes de las autoridades para que termine de socavarse el fuego.
Ya a fines de junio, el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) informó que cada minuto se destruía una extensión correspondiente a 1.5 campos de fútbol en la selva amazónica.
Dolorosamente, el reciente incendio, hasta ahora imposible de controlar, ha consumido más de 500,000 hectáreas de bosque y las consecuencias serán desastrosas para el futuro del planeta.
La conservación de la Amazonía se considera crucial para frenar el calentamiento global, pero dada la proximidad a un punto de no retorno a su destrucción, se deben tomar medidas.
Esta selva tropical podría convertirse en una sabana seca y ya no sería habitable.
Es la mayor fuente de oxígeno en nuestro planeta, el Amazonas se convertiría en el mayor productor de carbono, el principal responsable del calentamiento global.
El Amazonas produce el 20% del oxígeno en la atmósfera de la Tierra y ayuda a regular la temperatura de todo el planeta.
Esperemos que la presión de los ciudadanos comunes en el mundo entero obligue a las autoridades y personas competentes a prestarle toda la atención a esta tragedia.