Siempre es bueno escuchar, entre todas las noticias horribles que ocurren todos los días, que te da un poco de esperanza y te hace sentir mejor.
Además, si hablamos de un bebé que luchó por vivir tan intensamente que rompió todos los planes.
Este es el caso de un bebé que poco después del nacimiento contrajo meningitis, una infección cerebral que lo dejó en una situación muy frágil.
Tanto es así que finalmente un escáner cerebral determinó que el bebé todavía estaba vivo gracias a los dispositivos, pero que su cerebro ya estaba sin vida.
Los padres tuvieron que tomar la dura pero lógica decisión de desconectar las máquinas y sucedió lo inexplicable: el bebé luchó tanto que empezó a respirar.
Harrison Ellmer ya tiene tres años
El nombre del bebé es Harrison Ellmer y cayó enfermo en enero de 2013, cuando sus padres apenas habían comenzado a apreciarlo o acostumbrarse a serlo.
Una vez desconectado, esperaban que Harrison fuera yéndose poco a poco y sucedió lo que nadie esperaba: empezó a respirar por sí mismo.
Esto desconcertó a todos y, obviamente, hizo que los médicos volvieran a volcarse en él.
«No hablará ni caminará»
La alegría contagió a todos, pero los médicos advirtieron a los padres de que probablemente nunca llegaría a caminar ni hablar.
No eran buenas noticias, pero estaban tan agradecidos de que él todavía estuviera vivo que todos los días lo tomaban como un regalo.
Pero él se fue, y no podían creerlo, al igual que se sorprendieron cuando él también comenzó a hablar.
El caso de Harrison no es el mismo porque no es prematuro, pero es similar porque desafió la medicina y no solo sobrevivió sino que se presentó como un niño normal.
Los padres dicen que tienen un poco de sordera en un oído y una ligera parálisis en un lado, pero esto no es visible a simple vista. Bravo Harrison!