Todo lo que necesita saber sobre la inyección epidural.
El dolor en el parto es una de las preocupaciones más latentes en las futuras madres. Afortunadamente, para muchos, la medicina usó diferentes medicamentos para aliviar el dolor. Entre ellos, el más afectivo es la anestesia epidural.
Los riesgos que se pueden desencadenar al aplicar la epidural son por la punción en sí, como por los efectos de los medicamentos en el organismo del bebé y de su madre.
- Dolores en la zona de punción:
- Esto se debe a que la aguja atraviesa varias capas de músculo y el catéter puede molestar.
- Disminución de la capacidad de pujar:
- La anulación del dolor trae consigo pérdida en la sensibilidad. Por lo tanto las mujeres no sabrán hacia donde dirigir su pujo, ya que no sienten la presión que ejerce la cabeza del bebé.
- Escalofríos:
- Los puedes sentir en el momento del parto hasta después del mismo.
- La anestesia epidural no hace efecto:
- Se desconoce el motivo, pero en algunas mujeres no hace efecto o puede que la analgesia se lateralice centrando el dolor en la zona no dormida. Puede que muevan el catéter o realicen nuevamente la punción.
Hipotensión:
esta presión arterial baja no solo causará molestias en la futura madre, sino que también puede afectar al bebé, causando bradicardia (riesgo de pérdida del bienestar fetal). En este caso, se controla inyectando más líquidos intravenosos en la madre.
Proceso de parto lento:
un alto porcentaje de mujeres que optan por este tipo de anestesia requieren la administración intravenosa de oxitocina.
Dolor de cabeza después de la punción:
si la aguja pasa del espacio epidural al intradural, el dolor de cabeza puede aparecer y durar hasta una semana. En este caso, es recomendable beber mucha agua y acostarse el mayor tiempo posible.