Desde que tenemos conciencia y razonamiento, nos dijeron que el apellido del padre es el principal, el apellido heredado, que perdura en el caso del género masculino de generación en generación. Sin embargo, gracias a una actualización del código civil, permite a los padres presentar a sus hijos, la opción de elegir qué apellido será primario y cuál será secundario.
Las leyes en Argentina se renuevan constantemente, ahora tocan el código civil de ese país, que, según la aprobación reciente, autoriza a las madres a registrar a su bebé con su apellido, siendo el primer nombre y el padre.
Julieta Mazzoni, que trabaja como consultora de registro civil para el país, detalla un poco más sobre esta actualización, que le da a su madre el derecho de opinar y elegir de su padre el apellido que quiere que el bebé adopte como directora.
El primer consejo dado a los padres del niño es hablar con ellos para que estén de acuerdo con la decisión. Si no hay acuerdo entre los padres, el registrador lo hará al azar.
Esta opción es válida solo si el niño se presenta antes de los 40 años. Si solo la madre está presente al presentar al niño, solo tendrá el apellido de la madre.
Si, por razones de fuerza mayor, el padre no puede estar presente el día de la presentación legal del niño y desea reconocerlo, debe ir al registro civil para realizar el procedimiento.
Si el padre no está casado con la madre del hijo, el apellido paterno se convierte en secundario.
Si el padre no está de acuerdo con que el niño tome su apellido de manera secundaria, debe hacer un documento firmado que indique que la madre y el padre están de acuerdo y requieren un cambio de apellido.
Obviamente, este proceso requiere un poco más de tiempo que la primera vez.
Si por alguna razón cualquiera de los padres no está de acuerdo con el cambio de apellido, el apellido materno seguirá siendo el principal hasta que se resuelva el conflicto.