Los tiempos cambian y la visión de muchas cosas que también nos parecían obvias. Los conceptos se vuelven más complejos, y aunque al principio nos puede costar un esfuerzo adaptarnos a su comprensión a largo plazo, todos pueden ayudarnos a adaptarnos al mundo de manera más cómoda.
En este sentido, una de las cosas que más nos frustra en nuestras relaciones puede ser el hecho de que él o ella sufre la infidelidad de una persona que dice que nos ama y, de hecho, muestra una predisposición a continuar con la relación de amor que sus acciones han dañado.
Pero no solo los demás. A veces nosotros también somos los que actuamos tan infelices.
Y cuando no actuamos, a veces lo hacemos. ¿Cómo es posible que si sabemos que amamos a alguien, que lo necesitamos más que nada, podemos terminar deseando o incluso haciendo actos íntimos con otros? ¿Tiene sentido? La respuesta es si.
Según estas preguntas, parece entender que, de hecho, el amor y la fidelidad son dos cosas diferentes, aunque puede ser difícil de entender a primera vista.
Para comprender mejor las causas que dan lugar a la persistencia de querer paralelamente una negligencia contradictoria de la fidelidad, hemos escrito un artículo de lectura necesario.
Presentemos las tres razones convincentes por las que una persona generalmente decide quedarse en el nido de amor cuya confianza ha traicionado, incluso a expensas de los grandes esfuerzos que obviamente le costarán reconstruir las piezas del corazón de la pareja dañada.
1. Tiene todo aquello que necesita
Cuando la persona irrespetuosa escucha a esta última rápidamente se percata de que en su hogar tiene todo cuanto necesita, y de que además raramente va a conseguir lo mismo con facilidad.
Comida, momentos de alcoba, hijos, techo,… demasiadas cosas de valor para dejarlas escapar sin oponer cierta resistencia lógica.
Por lo tanto, si alguna vez hemos experimentado una experiencia en la que escuchamos acerca de la infidelidad de nuestra pareja y nos pedimos permanecer en nuestra relación, primero debemos verificar si realmente creemos que somos capaces de perdonar y, en segundo lugar,
si creemos en la persona infeliz Sabrás poner todo lo que temes en perder valor antes de actuar mal la próxima vez.
2. Por amor
Por ello si alguna vez sufrimos una experiencia por la que tengamos noticia de una infidelidad de nuestra pareja y nos pida permanecer en nuestra relación, debemos cercenarnos en primer lugar sobre si de verdad creemos que somos capaces de perdonar, y en segundo lugar sobre si creemos que la persona malaventurada sabrá poner todo esto que teme perder en valor antes de actuar mal la próxima vez.
Por lo tanto, si alguna vez hemos experimentado una experiencia en la que escuchamos acerca de la infidelidad de nuestra pareja y nos pedimos permanecer en nuestra relación, primero debemos verificar si realmente creemos que somos capaces de perdonar y, en segundo lugar, si creemos en la persona infeliz Sabrás poner todo lo que temes en perder valor antes de actuar mal la próxima vez.
3. Las complicaciones del divorcio
Independientemente del nivel moral en el que ocurran los sentimientos personales, los remordimientos y la venganza, también existe el nivel legal, que no es menos importante.
Las personas infieles tienden a estar con sus parejas alentadas por la comodidad y, a este respecto, las facilidades para mantener la validez del matrimonio.
Las pensiones son siempre una molestia y la distribución de los niños es un problema tanto para ellos como para sus padres.
Las pensiones siempre son un incordio, y el reparto de los hijos un problema, tanto para ellos como para los progenitores. Con todo ello el divorcio lleva asociado un desgaste emocional y económico por el que muchos infieles quieren evitarse pasar.