La mamá de la nueva mamá se preocupada por su hija, se levanta en la mañana y piensa si habrá dormido bien o cuantas veces se tuvo que levantar durante la noche; en la mañana llega súper temprano para ayudar en lo que más pueda a la nueva mamá, carga al bebé una horas para que su hija descanse un poco antes que sea la hora de alimentar nuevamente al bebé.
La mamá de la nueva mamá sabe lo que siente y que le pasa a su hija, nadie más la conoce como ella, ni su marido u otra persona entenderá lo que entiende mamá… hoy ve a su hija y recuerda claramente su experiencia años atrás, ella sabe lo que es ser mamá, sobre todo cuando te cuestionas si los estás haciendo bien…

Ya es abuela, pero no olvida que fue madre primero, mira a su hija y está orgullosa de lo fuerte y valiente que fue. Se prepara para servirla mientras todos están con el nuevo miembro de la familia.
La madre de la nueva madre sabe que está cansada, que, aunque no se da cuenta externamente, llora, llora porque le duele el cuerpo, llora cansada, llora porque no sabe lo básico de cómo ser madre, llora porque necesita amamantar.
La madre de la nueva madre deja de lado su vida diaria para ayudar a su hija; en ese momento vuelve a ser madre, pero ahora no le enseña a su hija a caminar, ahora le enseña a ser madre.
Las nuevas madres son hijas recién nacidas de sus madres que necesitan apoyo y cuidado y ahora les enseñan a una nueva etapa;
Cada nueva madre ahora necesita una mujer con experiencia para ayudarla y guiarla en todo lo que necesita.
La madre de la madre está allí para apoyarla, aunque la mujer junto a su nueva madre puede ser tía, hermana, abuela, vecina y amiga.