En los Estados Unidos, las migraciones internas son comunes. El fenómeno ocurre, principalmente en jóvenes, que generalmente van de aquí para allá en busca de mejores oportunidades profesionales.
A los treinta años, con un divorcio en camino, Katie Page se dio cuenta de que era hora de pasar la página. La pregunta era … ¿cómo, cuándo y dónde?
Su vida llena de amigos y una profesión que le daba satisfacciones, Katie sentía que necesitaba algo más
Perseguir un sueño generalmente implica salir de su zona de confort. Es decir, predispone a cambios importantes.
Aceptó una oferta de trabajo en otra ciudad y armó las valijas.
En Colorado Springs (Colorado), una constructora llamada GE Johnson la contrató como gerente de servicios.
La casa necesitaba una serie de reparaciones. La economía de Katie no le permitió contratar una empresa para hacer el trabajo. Por lo tanto, ella decidió hacer esto sola.
Katie sintió que las piezas del rompecabezas de su felicidad estaban reunidas y lo que una vez fue una imagen confusa parecía cada vez más clara.
Le llega una carta invitación a un seminario sobre un programa de adopción de niños, en una iglesia de la ciudad. El corazón le decía a Katie que no podía perderse ese seminario.
Entendió que adoptar un niño era una gran responsabilidad de quienes instigaban un poco de miedo. Katie sopesó todo y concluyó que su deseo de dar amor pesaba mucho más que cualquier miedo.
Katie entregó su solicitud de adopción precisamente en el Día de la Madre de 2015. A partir de ahí, debía cumplimentar unos pasos antes de llevarse al niño a casa.
El primer niño que le tocó venía de sufrir un trauma, por lo que necesitaba mucho, muchísimo afecto.