Miles de personas en todo el mundo han sido infectadas con coronavirus y, aunque se pensaba que los niños eran prácticamente inmunes al virus, han salido a la luz más casos de pequeños inocentes que luchan entre la vida y la muerte debido a la terrible enfermedad.
El pequeño Leo Doyle nació prematuramente, y el 22 de marzo, el día en que se celebra el Día de la Madre en el Reino Unido, tuvo que ser trasladado al Hospital Arrowe Park en caso de emergencia después de vomitar sangre.
“Estaba tosiendo y de mal humor, pero el médico general nos dijo que era un resfriado común”, dijo la madre de Leo.
Su madre, Nadine Challinor, de 29 años, trabaja en la comunidad y dijo en diferentes medios que los médicos sospechaban que su hijo podría tener el COVID-19 porque tenía síntomas del virus, pero su condición mejoró momentáneamente y fue dado de alta.
Un poco más tarde de haber vuelto a su hogar, alrededor de las 11:30 pm la temperatura corporal de Leo se disparó, por lo que Nadine y su pareja, Mark Doyle, lo llevaron de regreso al hospital , en donde los médicos les indicaron que era necesario realizar una punción lumbar para descartar meningitis en el.
“Vemos todo el tiempo en las noticias que el virus afecta a las personas mayores, y no sabíamos si los bebés podían contraerlo, pero eso es lo que dicen los médicos”, señaló la mujer.
Por ahora, los médicos analizan someter a Leo a un tratamiento intravenoso, mientras esperan los resultados de su prueba que podría tardar en realizarse hasta dos días, sumiendo a la familia en una gran incertidumbre y ansiedad.